Ruta del Vino por Paralelo 40
Cuando llega septiembre, los racimos de uva maduros se dejan ver entre las hojas de las cepas de nuestros viñedos, listos para su recogida. Es la época de la vendimia. Las distintas variedades (monastrell, airén, macabeo...) serán la materia prima de la que se extraerán los excelentes caldos que dan merecida fama a muchas de las poblaciones y comarcas de Paralelo 40.
En todos estos lugares se ha creado en torno al vino una tradición cultural con incentivos tanto gastronómicos como turísticos. Bodegas, catas, restaurantes y fiestas vinícolas, sobre todo en estas fechas, actúan como reclamo para un público amante de la buena mesa y de los productos de calidad.
En las tierras de Paralelo 40 encontramos tres importantes denominaciones de origen vinícolas, que conforman una interesante ruta para los aficionados a la enología, pero también para cualquier viajero ansioso por descubrir nuevos rincones.
Comenzaremos nuestro recorrido en el Noroeste de Murcia, donde encontramos la Denominación de Origen Bullas, que abarca a los municipios de Bullas, Cehegín, Mula y Ricote, y parte de los de Caravaca, Moratalla, Calasparra y Lorca, tierras altas llenas de historia y belleza paisajística, con una producción mayoritaria de vinos rosados a partir de uva monastrell principalmente. Los agentes locales, conscientes del potencial de este aspecto de su cultura, están realizando numerosas acciones relacionadas con el sector vitivinícola de la zona de cara al turismo de interior y a la mejora de la oferta enológica, destacando la creación de un Museo del Vino en Bullas y la participación en el proyecto transnacional europeo Vinest.
Adentrándonos ya en tierras manchegas, descubriremos la D.O. de La Mancha, la de mayor extensión del mundo, que comprende áreas de las provincias de Ciudad Real, Toledo, Albacete y Cuenca, con un total de 180.000 hectáreas. Dentro de Paralelo 40, abarca comarcas desde la de Calatrava en Ciudad Real, Záncara, Sierra de Alcaraz en Albacete, el Záncara en Cuenca hasta Dulcinea y la Mesa de Ocaña en Toledo. En esta Denominación predomina la variedad airén, para una producción principalmente de blancos y rosados, aunque tendiendo últimamente a los tintos.
Sin abandonar Castilla-La Mancha, nos dirigimos ahora a la Manchuela, una peculiar comarca compartida por dos provincias. La Manchuela albaceteña y la Manchuela conquense conforman un atractivo territorio regado por dos grandes ríos, el Júcar y el Cabriel. Los viñedos alternan en el paisaje con cereales, olivos, frutales, pinos y carrascas, cubriendo una superficie de cultivo de 72.000 hectáreas y una producción anual en torno a los dos millones de hectolitros de vino.
Acabaremos nuestra ruta de nuevo en Ciudad Real, en la comarca del Jabalón, pues allí se ubica la afamada Denominación de Origen de Valdepeñas. 29.000 hectáreas donde de nuevo predomina la uva airén para la elaboración de blancos, con presencia también de tintos de cencíbel. En la localidad de Valdepeñas, que da nombre a la D.O. se celebran la Fiestas del Vino a principios de septiembre.
Finalizamos así nuestro recorrido por las principales áreas vinícolas de Paralelo 40, toda una tentación para el paladar.
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