Un viaje con historia (XVIII XIX) / y 2
En el boletín anterior nos centrábamos en aquellos alojamientos de Paralelo 40 ubicados en casas y otros edificios con una datación anterior al siglo XVII; en éste nos ocuparemos de los dos siglos siguientes. El menor tiempo transcurrido ha hecho posible que conservemos mayor número de construcciones de los siglos XVIII y XIX, no sólo por la proximidad temporal, que favorece una mayor conservación, sino también por la toma de conciencia de la sociedad con respecto a la riqueza que aporta el mantenimiento del patrimonio. Alojamientos del siglo XVIII encontramos en la comarca de Aitana: Casa Gallinera, de Benissiva; Mas de la Casa Blanca, construido sobre una antigua masía, una construcción propia de esta zona, y Masía Pinet, próxima a las Cuevas del Moro, de gran interés artístico. En Murcia está la Hospedería Molino de Sahajosa, también un antiguo molino que sirve como estructura para un alojamiento rural. Una de sus salas ha sido convertida en museo etnológico donde podemos contemplar los utensilios que nuestros antepasados molineros empleaban en su quehacer diario. Construcciones señoriales hallamos en el Palacio de La Serna, en Ballesteros de Calatrava, Ciudad Real, donde tenemos la oportunidad de alojarnos en un antiguo palacio dieciochesco. Ya del XIX encontramos la Casa Rural Baños de Vivaque, en Belvís de la Jara, Toledo. Se trata de un antiguo caserío que servía de descanso a las caballerías; es aquí donde nuestros ancestros descansaban en sus largos viajes por la meseta manchega. Las aguas medicinales de sus alrededores aliviaron sus dolencias al igual que hoy hacen con las nuestras. También en Toledo, en Almendral de la Cañada, está Casa rural La Molineta, construida sobre un antiguo molino, que data de 1879. En la comarca de Aitana podemos visitar numerosos alojamientos de esta época, como la Casa rural La Casa Blanca, en Polop, que fue una antigua casa colonial. En Patró, Casa Rural El Pati nos ha dejado una muestra de la construcción tradicional de esta centuria. Casa Rural El Sequer, situada en Benimeli, ha sido construida sobre un antiguo "riu rau", edificio destinado en su origen a secar uva para hacer pasas. En Ibi, Masía Barberá mantiene la estructura típica de las masías de este período. También los grandes señores construían lugares destinados a su tiempo de ocio. Muestra de ello es Hotel El Sester de Torremanzanas, que ha sido construido sobre una casa dedicada al descanso estival llamada Villa Emiliana. Las casas señoriales de Caroig están presentes en la Casa Rural El Borreguero de Enguera, al igual que la arquitectura tradicional en el Mas de Monserrat, antigua masía rural de Moixent. En el Noroeste Murciano encontramos el Cortijo Las Golondrinas. Se trata de una antigua casa de labranza de 1850. En Alcaraz, Albacete, existe otro alojamiento de la misma fecha y con el mismo uso: el Cortijo Las Pajarillas. Por último, nos queda mencionar la Hostería de Almagro Valdeolivo CR en Almagro (Ciudad Real). Se trata de una casa singular rehabilitada, de principios del siglo XIX, que mantiene las características peculiares de la arquitectura popular. Su distribución gira en torno a un patio central con galerías en la planta alta, muros de tapial, forjado por viguería de madera y revoltón, patios formados por pies derechos, carpintería de madera con solados de baldosa hidráulica y barro. Visitar cada uno de estos alojamientos nos permitirá conocer mejor la tradición de la que formamos parte, conocer el modo de vivir de las personas que nos precedieron.
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