Campos de Hellín, tierra de contrastes
Viajar por la comarca de Campos de Hellín supone adentrarse en una tierra donde la variedad paisajística se convierte en uno de sus principales atractivos: valles semiáridos sobre los que se extienden viñedos, olivos y almendros conviviendo con frondosos parajes que emergen a través de los ríos Segura y Mundo, donde los humedales constituyen una gran reserva del espacio natural, protegidos muchos de ellos, como la Laguna de Alboraj en Tobarra o la Laguna de los Patos de Hellín. Está compuesta por los municipios de Albatana, Fuente Álamo, Ontur, Hellín y Tobarra, siendo los dos últimos conocidos por la celebración de su Semana Santa, declaradas de interés nacional y a la que el pueblo de Tobarra ha dedicado un museo. Completan la riqueza de este destino los recursos patrimoniales con los que cuenta, entre los que podemos destacar las pinturas rupestres de Minateda en Hellín, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, dentro del denominado conjunto del arte levantino. También en este término municipal encontramos el parque arqueológico denominado El Tolmo, donde podemos descubrir más de 2.500 años de historia del hombre en la comarca, habitado desde la Edad del Bronce y que cuenta con una serie de restos monumentales como las murallas de época visigoda y romana y la basílica visigoda. Las antiguas obras de ingeniería aparecen como símbolos del saber y la técnica de antaño; el puente de Isso de Hellín y el acueducto del Molino de Arriba en Albatana son un fiel reflejo de ello. No debemos olvidar tampoco el patrimonio ubicado en cada uno de los municipios de Campos de Hellín, donde las calles y sus edificios nos recuerdan nuestro pasado, donde lo musulmán y lo cristiano medieval aún perviven. La oferta lúdica de esta zona se completa con otras actividades de ocio y tiempo libre como la caza y la pesca, y, muy especialmente, con el aeródromo situado en Ontur, conocido a nivel nacional e internacional, en el que el vuelo sin motor se convierte en una cita ineludible para los amantes de este deporte donde la cercanía del mar, la sierra y las llanuras manchegas permitirán disfrutar de la práctica de este tipo de actividades, con el placer añadido de contemplar la belleza del paisaje manchego desde las alturas. No hemos de olvidar tampoco el sabor que nos deja la comarca de Campos de Hellín, donde el fuego de la lumbre aviva las comidas tradicionales de una gastronomía típica que aún pervive en muchos hogares. Finalmente, para conocer mejor esta comarca podemos dirigirnos al Museo Comarcal ubicado en Hellín en el que se nos ofrece una gran muestra de restos arqueológicos hallados en los diferentes yacimientos de la zona, así como materiales diversos que abarcan una gran representación etnográfica y popular.
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