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Julio-Agosto 2005
lunes, 11 de julio de 2005

Postres refrescantes para combatir el calor

Durante el verano llegan las vacaciones, los viajes a la playa, los horarios reducidos, y un sinfín de cosas que nos permiten disfrutar de más tiempo libre. Pero junto con todas estas ventajas aparece el calor, un calor que nos cansa y agota durante todo el día, que nos impide disfrutar de esas horas de ocio que tan merecidas nos las tenemos, y desde nuestra imaginación se nos ocurren una y mil maneras para poder combatirlo, improvisamos ventiladores, gorras, sombrillas, ingeniosos artefactos que consiguen aliviar esas horas de mayor temperatura.
Desde Paralelo 40, conscientes de los calurosos que son los días que nos esperan, proponemos otras alternativas basadas en la alimentación que nos ayuden a combatir estas horas tan infernales.
Comenzaremos nuestro recorrido por tierras levantinas donde en Valencia podemos degustar naranjas al tinto. Un plato elaborado de forma muy sencilla y que ha de servirse frío para su mejor degustación. Se pelan las naranjas, se cortan en rodajas y se colocan en una fuente honda. En una olla cocemos a fuego suave la cáscara de ½ naranja junto con canela, clavos, mermelada, azúcar y zumo de naranja hasta conseguir almíbar. Después se añade el vino y se deja cocer 5 minutos más. Se retira la cáscara de naranja y se riegan las naranjas con el almíbar obtenido. Se deja enfriar y antes de servir se espolvorean almendras picadas y nata montada.
En la provincia de Alicante encontramos el helado de turrón famoso en todo el territorio nacional. Para elaborar dicho helado tomaremos turrón y lo aplastaremos con las puntas de un tenedor. Batimos las yemas de los huevos con azúcar, una vez batidas se le agrega el turrón, mezclando la masa muy bien. Se pone leche en un cazo y una vez que comience a hervir se añade la masa obtenida de las yemas, el azúcar y el turrón. Se va moviendo sin parar con una cuchara de madera, cuando esté hecho una crema y antes de que hierva nuevamente se retira del fuego y se deja enfriar. Se introduce en el congelador. Se bate la clara de los huevos a punto de nieve y se mezcla con el helado. Se vuelve a meter nuevamente en el congelador donde deberá estar como mínimo 2 horas más. Para servir se puede acompañar de chocolate o barquillos.
Descendiendo en nuestro recorrido por la costa del levante llegamos a Murcia. En esta provincia nos encontramos un postre muy refrescante elaborado con vino, granizado de vino tinto con menta y zumo de lima. Se calienta en un cazo azúcar, zumo de naranja, zumo de lima, menta picada y agua. Se va removiendo hasta que el azúcar esté disuelto y es entonces cuando ha de comenzar a hervir la mezcla, una vez llevado a ebullición se baja el fuego y dejamos cocer durante 5 minutos. Dejamos que el almíbar se enfríe para posteriormente añadirle el vino tinto. Se mezclan bien y se vierte la preparación en un recipiente para introducir en el congelador. Se deja allí durante 3 horas hasta que la mezcla esté compacta, cada hora se va sacando y removiendo. Una vez congelado y cristalizado ya puede servirse.
Nuestra siguiente parada nos lleva a tierras manchegas donde la tradición de la almendra y el mazapán queda patente en uno de sus “postres refrescantes”, sopa de almendra. Se cuecen leche, corteza de limón, canela en rama, pasta de mazapán y azúcar. Cuando la pasta de mazapán y el azúcar estén completamente disueltos se trituran las almendras y se le añaden. Se deja cocer todo durante un poco más de tiempo. A continuación se le agrega láminas de pan, cuando éste esté blando se aparta del fuego. Se vierte todo en una fuente espolvoreándola con canela molida. Se deja enfriar antes de servir.
Por último nos detendremos en tierras extremeñas para saborear el helado de avellana. Se tritura azúcar, posteriormente se añade una corteza de limón y se repite la operación. Cuando estén glaseados se añaden avellanas y se continúa triturando. Se monta nata con un poquito de vainilla. Una vez montada se añade caramelo líquido, el azúcar y las avellanas trituradas y se mezcla todo con la ayuda de una espátula. En un molde rectangular se va colocando una capa de esta crema junto con otra de bizcochos remojados en brandy de forma alterna hasta cubrir todo el recipiente y terminando con una de bizcochos. Se introduce en el congelador. Antes de servir añadir caramelo líquido y nata montada decorada con avellanas.
Una serie de propuestas de fácil y rápida elaboración que harán las horas de calor más llevaderas.